Sucede en este instante porque estamos listos.
Una vez escuché que cuando nos suceden las cosas y creemos no estar preparados o que no deberían ser es un error pues ya están sucediendo en este instante que es el único que hay, ya estamos en ello y pasa porque estamos listo, ya todo está dado porque todo existe, sólo que nuestra resistencia no nos permite verlo.
Como conté en el primer post, mi año empezó sin yo planificarlo creando esta web e inscrita en un terciario en Psicología Holística, todo guiado desde la intuición. De repente en todo este cambio que evidentemente influye dentro de nosotros, empiezan a moverse cosas afuera de manera “caótica”.
Conociéndonos como seres humanos, hice lo habitual en todos, reacciono nerviosa y me pregunto ¿qué pasó?. En 10 días de haber empezado el año, de repente se da un movimiento tal, tan deprisa que no me ha dado tiempo de asimilar todo.
Reflexiono un poco y recuerdo todas esas veces en que todo se movía así y al final comprendía que era lo mejor, que tenía que pasar y tenía todo el sentido. Digamos que es un reacomodo, una reorganización.
Si tomamos lo de afuera como espejo interno, podemos notar que todo van en armonía reestructurándose, es decir, dejamos viejos hábitos e incorporamos nuevas formas y es evidente que el afuera según los viejos patrones, no engranan con los nuevos y es entonces que ocurre la organización y eso se agradece.
Escribo esto y me rio un poco porque en mi mente estoy abrazada a ella en una barra de bar imaginaria gritando: “¡Por qué a nosotras, porqué esto!” y por otro lado, en el silencio donde habla mi esencia, hay mucha paz y dice: “Todo es exactamente como tiene que ser, todo se reorganiza para que el proceso sea fluido y ande sobre ruedas, confía, todo está dado”.
Entonces, ¿es realmente caos? ¿por qué verlo de ese modo? Se entiende que los cambios de uno en uno o de a varios a la vez pueden ser un impacto y los seres humanos estamos acostumbrados a la supuesta estabilidad y esto es simplemente inaceptable porque tendría que cambiar por completo y no lo elegí (o eso creemos).
En un mundo de constante cambio y más aún en nuestro cuerpo que es nuestro primer hogar, la impermanencia segundo a segundo es notable sólo que estamos tan inmersos en el automático que no podemos notarlo.
En el Budismo se habla de esto y de una aceptación para cambiar el sufrimiento por dolor y así transitar de un modo más llevadero. Seguro pensarás que el dolor no es cualquier cosa, no, no lo es, pero el sufrimiento te paraliza, el dolor te permite verlo como algo inevitable pero surfeable con una aceptación de las formas.
Como conclusión de mi aparente caos te puedo decir que no es que no me afecte de algún modo los adicionales que llegaron a “entorpecer” mi camino, sino que comprendo que hay un orden divino o más grande de lo que nosotros podemos comprender.
Este es necesario porque un eslabón necesita del otro para armar y andar, entonces todas esas piezas internas y externas hacen una especie de movimientos que según la mente es caótica para no tener que cambiar y sufrir pero la vida lo hace con un orden sistemático y natural en beneficio propio y de todos que luego podemos comprender o si colaboramos con la aceptación, podremos ir viéndolo desde el primer momento que se presentan.
Espero esto te sea útil y te brinde un poco de luz para ver las cosas al menos desde una percepción diferente de las miles que pueden existir.
Te abrazo fuerte.
Caro.
Mis redes Instagram, Pinterest, Facebook:
@un acompañamiento diferente