09 Mar
09Mar


Si eres de las que se ha preguntado qué viene primero: el cambio interno o el externo este post es para ti. 

Quizás te has cuestionado si es necesario un cambio externo (como mudarse, cambiar de trabajo o pareja) para cambiar tu vida y circunstancias o si basta con un cambio interno. 

Esto es algo profundo y depende de varios factores. Sin embargo, se puede decir que el cambio interno tiene un impacto poderoso y fundamental en cómo experimentamos y percibimos el mundo, mientras que el cambio externo a veces es una manifestación de ese cambio interno, pero no siempre es necesario para mejorar nuestra situación.


Aquí te explico un poco más te dejo unas estrategias:


+ El Poder del Cambio Interno


El cambio interno se refiere a transformar nuestras creencias, pensamientos, emociones y actitudes. Cuando cambiamos nuestra mentalidad y forma de ver el mundo, a menudo nuestra vida externa también comienza a transformarse, ya que las decisiones que tomamos, las oportunidades que vemos y cómo nos relacionamos con los demás están profundamente influenciadas por nuestra forma de pensar.


Ejemplos de cambio interno:


-Cambio de mentalidad: 

Cambiar una mentalidad negativa a una mentalidad de crecimiento o de abundancia puede transformar cómo enfrentas los desafíos. Si antes veías los fracasos como algo devastador, empezar a verlos como oportunidades de aprendizaje puede cambiar drásticamente la forma en que te relacionas con la vida.


-Cambio de creencias limitantes: 

Si crees que no mereces éxito o amor, es probable que inconscientemente tomes decisiones que refuercen esas creencias. Cambiar esa creencia interna puede abrirte a nuevas oportunidades, incluso sin cambiar nada en el exterior.


-Emociones y autorregulación: 

Cambiar cómo manejas el estrés, la ansiedad o la ira puede mejorar enormemente tu bienestar emocional y tus relaciones, incluso si tus circunstancias externas siguen siendo las mismas.

+ El Cambio Externo como Reflejo del Cambio Interno

A menudo, cuando experimentamos un cambio interno significativo, se traduce en cambios en nuestra vida externa, como cambiar de trabajo, mudarse a otro lugar o incluso terminar una relación que ya no nos nutre. Sin embargo, es importante destacar que estos cambios externos suelen ser el resultado de un cambio en la percepción interna.


Ejemplos:

+Cambio de trabajo: 

Si cambias tu mentalidad sobre lo que te apasiona o lo que mereces, podrías sentirte impulsado a buscar un trabajo que esté alineado con tus valores, incluso si antes sentías que no podías cambiar de carrera.


-Mudanza: 

Si haces un cambio interno relacionado con el autoconocimiento o el crecimiento personal, podrías sentir la necesidad de mudarte a un entorno que favorezca tu bienestar emocional o tu creatividad. Sin embargo, el cambio que ocurre dentro de ti hace que veas tu entorno actual de manera diferente.


-Relaciones: 

Si sanas o transformas tus creencias sobre el amor y el respeto propio, es probable que tus relaciones también cambien. Podrías empezar a atraer o valorar relaciones más saludables, incluso sin cambiar de pareja inmediatamente. O, si tu relación actual no está alineada con tus valores, podrías tomar la decisión de dar un paso hacia adelante, ya sea con una nueva perspectiva o con una acción concreta.

¿Es Necesario un Cambio Externo?

En algunos casos, un cambio externo puede ser necesario para poder avanzar, especialmente si las circunstancias externas están limitando tus oportunidades de crecimiento o bienestar. Por ejemplo, si estás en un trabajo tóxico que afecta tu salud mental, hacer un cambio externo (como cambiar de empleo) podría ser crucial para tu bienestar.


Cuando un cambio externo podría ser necesario:


Ambiente tóxico o insostenible: 

Si tu entorno está afectando profundamente tu salud emocional, como estar en una relación abusiva o en un ambiente de trabajo altamente tóxico, un cambio externo puede ser vital para tu supervivencia emocional y mental.


Búsqueda de nuevos retos o crecimiento: 

Si sientes que has alcanzado un techo en tu desarrollo personal o profesional, cambiar de lugar o de trabajo puede ser un paso importante para experimentar nuevos aprendizajes y expandir tu potencial.


Redefinir tu identidad:

A veces, hacer un cambio en lo externo (como mudarte a otro lugar o cambiar de círculo social) puede ser un paso simbólico que ayuda a reforzar el cambio interno. 

Cambiar de entorno puede ayudarte a romper patrones, iniciar nuevos ciclos y crear nuevas oportunidades.

+ La Interconexión entre lo Interno y lo Externo

Lo más poderoso es cuando ambos cambios, interno y externo, se alinean. Cambiar tu mentalidad y tomar acción en tu entorno suele generar una sinergia que te permite avanzar de manera más efectiva. Si te sientes estancado, el primer paso podría ser hacer un cambio interno (trabajando en tus creencias, emociones o perspectiva). 

Luego, si es necesario, el cambio externo se vuelve una extensión natural de ese crecimiento.


Ejemplo de sinergia:

Cambio interno: 

Empiezas a creer que mereces un trabajo que te apasione y te haga sentir realizado.


Cambio externo: 

Con esta nueva mentalidad, empiezas a buscar oportunidades alineadas con tus intereses y valores. Tal vez esto implique cambiar de trabajo, mudarte a otra ciudad o incluso emprender un proyecto personal.

Para hacer cierre ¿Es necesario un cambio externo? 

No siempre, pero a menudo es un resultado de un cambio interno. Si bien algunos cambios externos pueden ser esenciales para mejorar ciertas circunstancias, lo más importante es el cambio dentro de ti. 

Una vez que transformas tu mentalidad, tus emociones y tu enfoque hacia la vida, las oportunidades en el exterior comienzan a reflejar ese cambio interno.

¿Qué aspecto de tu vida sientes que necesita un cambio más urgente: interno o externo?

Te abrazo fuerte.

Caro.

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